miércoles, 23 de marzo de 2016

Arnold Schöenberg

Arnold Schöenberg nació el 13 de septiembre de 1874 en Viena, fue compositor, teórico musical y pintor de origen judío. Es reconocido como uno de los primeros compositores en adentrarse en la composición atonal, y especialmente por la creación de la técnica del dodecafonismo basada en series de doce notas, abriendo la puerta al posterior desarrollo del serialismo de la segunda mitad del s. XX. Además, fue el líder de la denominada Segunda Escuela de Viena.

Planteó una de las grandes revoluciones estéticas del siglo XX convencido de que continuaba la tradición alemana. Le interesaba inscribirse dentro de una tradición cultural arraigada para apoyarse en algo conocido y seguro, antes de saltar al vacío y abandonar definitivamente la tonalidad funcional. Así, llevaría el cromatismo wagneriano a su punto culminante, hasta desintegrar el sistema y crear otro nuevo, basado en reglas muy diferentes, alejadas de la tensión entre armónicos que había reinado durante tres siglos en la música occidental. Sus postulados teóricos, parecidos a los de Stravinsky, tienen diferentes consecuencias: el arte no expresa ni transmite otra cosa que arte. Se trata del arte por el arte. Schoenberg buscaba que cada sonido y cada intervalo entre sonidos tuvieran un valor en si mismos independientemente de su funcionalidad tonal. Su preocupación fundamental fue lograr una concepción que estuviera caracterizada por las ideas de integridad y totalidad.

Su música deja de situarse en el sistema tonal mayor-menor a partir de 1908, es decir, que a partir de ese momento su música se vuelve atonal (Cuarteto para cuerda nº 2). Schönberg rechazaba esta denominación, y prefería el término “politonal”. Más tarde, los conceptos de “atonal” y “atonalidad” se impusieron. Sin embargo, son aún muy discutidos en la música, y no deben considerarse sinónimos. Esta fase, conocida como la “Libre atonalidad”, condujo las ideas de Schönberg sobre composición a un callejón sin salida, ya que necesitaba nuevos catálogos de material y de reglas para cada nueva composición. Luego de numerosos intentos, escribió a su discípulo Josef Rufer en julio de 1921: “Hoy he realizado un descubrimiento que asegurará la supremacía de la música alemana durante los próximos cien años”.

En 1921, Schönberg desarrolló en Modling su “Método de composición con doce sonidos”, también conocido como “dodecafonía”. Este método nació independientemente del desarrollado por el compositor Josef Matthias Hauer, quien desarrollara también una técnica de composición dodecafónica que tiene algunos conceptos en común con el método de Schönberg, como la división hexacordal, que Hauer llamaba "Tropo", pero sin la solidez constructiva de la interválica del de Schönberg. Con este nuevo sistema Schönberg creyó ser capaz de plantear una estructura interna teórica para cada obra. Concebido inicialmente como una solución personal para un conflicto personal, el método dodecafónico fue aplicado por algunos de sus discípulos, especialmente por A. Webern, con entusiasmo, a pesar de que Schönberg nunca lo había enseñado en sus clases teóricas. Sus discípulos directos lo explotaron a través del análisis de sus obras. Fue sólo con la publicación de los libros de texto de otro compositor (Krenek) a partir de 1940, y gracias a la vehemente recomendación de Theodor W. Adorno, que el método fue adoptado rápidamente por muchos compositores, entre los que se encontraba Igor Stravinsky. Schönberg empleó el método dodecafónico en sus obras principales hasta el final de su vida. En obras esporádicas, como la Suite en estilo antiguo (en Sol mayor para orquesta de cuerdas, 1934), o en las Variaciones para orquesta de viento en Sol menor op. 43 (1943), volvió a emplear el sistema tonal.

Entre 1906-1912, así como en 1913, Schönberg se dedicó con esmero a la pintura. En vida, sus cuadros ya habían formado parte de diez exposiciones, entre las que se cuenta la exposición El Jinete Azul, iniciada por su colega y amigo Vasili Kandinski. Muchas declaraciones críticas, a despecho de su diletantismo, brindaron a las obras escultóricas un mayor significado a partir de su muerte. Schönberg ocupa en la actualidad, por su propio mérito, una posición entre los principales pintores de la época como Oskar Kokoschka, Egon Schiele, Richard Gerstl, Gustav Klimt, Max Oppenheimer y Albert Paris Gütersloh.

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