Georges Braque (Argenteuil-sur-Seine, 13 de mayo de 1882 - París, 31 de agosto de 1963) fue un pintor y escultor francés. Junto a Pablo Picasso y Juan Gris, fue uno de los tres creadores básicos del cubismo.
Domenico Bigordi o Domenico Curradi, más conocido por el apodo Ghirlandaio (Florencia, 1449 - Enero 11, 1494), fue un pintor cuatrocentista italiano. Entre los muchos aprendices que se formaron en su taller, destaca sobre todos ellos Miguel Ángel. Trabajó sobre todo en su ciudad natal, encontrándose entre los protagonistas del renacimiento en la época de Lorenzo el Magnífico. Hacia 1480 se convirtió de hecho en el retratista oficial de la alta sociedad florentina, gracias a su estilo preciso, amable y veloz.
Max Ernst (Brühl, Alemania, 1891 - París, 1976) Pintor y escultor alemán. Formó parte del movimiento dadaísta de Colonia. Ernst practicó diversas y originales técnicas pictóricas, siempre dentro de la estética de lo absurdo y dictadas por el automatismo característico del surrealismo. Empleó durante toda su vida el procedimiento del collage, como en La mujer de cien cabezas (1929). Mediante el balanceo de una lata de pintura agujereada experimentó la técnica del goteo, claro antecedente del futuro dripping de Jackson Pollock.
En el libro, Cortázar menciona a estos tres pintores en el siguiente fragmento:
"Ahora Maga no estaba en mi camino, y aunque conocíamos nuestros domicilios, cada hueco de nuestras dos habitaciones de falsos estudiantes en París, cada tarjeta postal abriendo una ventanita de Braque o Ghirlandaio o Max Ernst contra las molduras baratas y los papeles chillones, aún así no nos buscaríamos en nuestras casas."
Tal vez, lo que Cortázar quiso decir es, que ambos se conocían tan bien, tanto en aquellas pinturas de buena calidad de pintores antiguos, como en aquellas postales que ¿por qué no? Ellos mismos se hacían y regalaban. Dando a entender que se conocían en lo intelectual, lo culto, como en lo ridiculo, lo vulgar.
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